Por los muros exteriores de las viviendas se pierden grandes cantidades de energía en invierno, provocando un gran gasto en calefacción. Este consumo se puede reducir enormemente si se aíslan las fachadas.

Para conocer todas las opciones disponibles te traigo los 3 tipos de aislamiento que se pueden hacer con las diferentes técnicas de cada uno.

 

1. Tipos de aislamiento según la ubicación

Son 3 los lugares sobre los que podemos actuar a la hora de aislar una fachada. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que te dejo los aspectos principales de cada uno.

 

1.1. Aislamiento exterior

Es el tipo de aislamiento con el que mejores resultados se obtiene. Se trata de añadir diferentes capas en el exterior del edificio para mejorar el aislamiento.

Al modificarse la parte exterior es más fácil eliminar los puentes térmicos. Se protege toda la superficie de forma homogénea. Además, se obtiene una buena inercia térmica al disponer los materiales aislantes en el exterior.

Uno de los aspectos que pueden limitar el uso del aislamiento exterior es el cambio de aspecto de la fachada. Si bien el resultado es visualmente bueno, en algunos edificios está prohibido por normativas urbanísticas modificar su aspecto exterior.

Otro aspecto positivo es que no perdemos nada de superficie del interior de la vivienda, en cambio, no todo puede ser bueno, debemos de decir que su coste es más elevado que el resto de aislamientos.

Las técnicas que se aplican en el exterior son:

  • SATE
  • Fachada ventilada
  • Poliuretano proyectado

 

1.2. Aislamiento interior

Proporcionar un aislamiento interior a la vivienda es una solución más cómoda de ejecutar y más económica, pero no se consiguen los mismos rendimientos que con el aislamiento exterior.

Es una forma muy interesante de aislar zonas de la vivienda (a veces se busca aislar solo el muro que da al norte). También es una buena opción para segundas residencias, ya que su ocupación es menor y se tarda más en amortizar la inversión.

El inconveniente que tiene el aislamiento interior es que se pierde espacio útil dentro de la vivienda. Además, no se puede aislar por completo la vivienda, ya que los puntos de unión del techo y los tabiques con la fachada quedan sin aislar.

Como punto a favor adicional tiene que no se modifica el aspecto exterior del edificio y que además es más económico que el aislamiento exterior.

1.3. Relleno de cámaras de aire

Hay viviendas cuya fachada incorpora una cámara de aire que divide el muro en dos. Esta separación se puede aprovechar para rellenar con algún material aislante.

Para hacer este trabajo hay que realizar una serie de agujeros en el interior o en el exterior de la vivienda. A través de ellos se inyecta el aislante, que puede ser espumoso, en fibras o granular.

La ventaja de esto es que no se modifica el aspecto exterior ni se reduce espacio en el interior de la vivienda, pero se vuelve más complicado establecer un aislante térmico de forma uniforme.

Otros aspectos positivos de este tipo de aislamiento son: elimina infiltraciones de aire, aporta rigidez a la fachada y el motivo por el cual se deciden muchos propietarios es el más económico de los tres posibles (siempre y cuando podamos realizarlo).

Además, presenta el mismo problema que el aislamiento interno: no se podrá aislar en las uniones del techo y los tabiques con la fachada.

2. Técnicas de aislamiento para fachadas

Para aislar las fachadas se utilizan diferentes técnicas. Ya sea en el interior o en el exterior de la misma se puede optar por diferentes procesos para logar un mejor aislamiento térmico de la vivienda.

 

2.1. Aislamiento exterior SATE

El sistema de aislamiento SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) es una solución muy extendida para proteger térmicamente una vivienda o edificio.

Se trata de un sistema pensado para colocar en el exterior de la fachada y que se compone de varias capas.

La capa principal es la que incorpora los paneles aislantes, que proporcionan un gran aislamiento térmico, pero se le añaden otras capas para obtener una buena sujeción e impermeabilidad.

Al colocarse por la parte exterior del muro no se pierde espacio en el interior de la vivienda. Puede fijarse tanto de forma adhesiva como mecánica.

Se puede instalar un SATE de diferentes grosores, siendo mayor el aislamiento térmico cuanto mayor es el grosor de las capas.

Con este sistema se consigue un aislamiento muy eficaz y que evita zonas de la fachada sin proteger. El ahorro energético será considerable, convirtiéndose en una gran opción.

 

2.2. Aislamiento exterior con fachada ventilada

La característica principal de la fachada ventilada es que dispone de una cámara de aire entre la capa de aislamiento y el revestimiento exterior.

  • Esto se hace porque supone varias ventajas interesantes:
  • Permite la evacuación de agua sin afectar a la capa de aislamiento
  • Se reducen considerablemente los puentes térmicos
  • El sistema permite desmontarse y reutilizarse

Con este aislamiento se logra una estética muy elegante y los resultados son muy buenos. La calidad del aislamiento térmico de la envolvente mejora enormemente.

No obstante, este sistema también tiene algunas desventajas: el espesor final de la fachada podrá aumentar entre 10 y 30 centímetros (en función del acabado por el que se opte) y en climas húmedos el material aislante pierde sus propiedades.

También hay que destacar que es un sistema cuyo coste de instalación es más elevado que el resto.

 

2.3. Aislamiento por inyección en cámara

Nos referimos a aislamiento por inyección en cámara cuando se inyecta aislante en espuma o en gránulos en la cámara de aire de los muros de las viviendas. Para ello se realizan pequeños orificios con taladros en diferentes puntos del muro, siempre dejando una distancia de 50 cm entre ellos.

Se trata de una ejecución se realiza en poco tiempo y a un precio económico. Además, no se pierde espacio en el interior de la vivienda ni se modifica el aspecto de la fachada.

Para la correcta distribución del material aislante a lo largo del muro debe tener una cámara de aire despejada. En la parte inferior de los muros suelen depositarse restos de ladrillo, por lo que impedirá el paso del aislante.

El principal problema de la inyección en cámara es que no se eliminan los puentes térmicos, por lo que no será tan eficaz como el SATE o la fachada ventilada. Además, algunos poliuretanos dejan mal olor en la vivienda.

Puede ser una buena opción para algunas viviendas debido a la sencillez en su aplicación y al nulo cambio en el aspecto de la fachada.

 

2.4. Aislamiento térmico interior

Tras ver los procesos en los que se aísla la fachada por el exterior o utilizando la cámara de aire, vamos a analizar la opción que queda: aislar por el interior.

Para ello lo que se realiza es colocar una capa de material aislante que después se recubrirá con revoco de yeso o yeso laminado. Principalmente hay 4 sistemas para este tipo de aislamiento interior que variarán en función del material aislante utilizado y del sistema de fijación.

Técnica Aislante utilizado Sistema de fijación
Poliestireno expandido con yeso laminado Placas de poliestireno Adhesivo o fijación mecánica
Trasdosado autoportante Lana de roca o de vidrio Perfiles metálicos
Sistema de placas aislantes acabadas con revoco Placas de poliestireno extruido Adhesivo
Espuma de poliuretano proyectada por el interior Espuma de poliuretano No necesita

Las ventajas se seguir este sistema es que no se modifica la parte exterior de la fachada (en algunas viviendas esto es obligatorio por normativa).

Sin embargo, se reduce la superficie útil en el interior de la vivienda y no elimina los puentes térmicos (a excepción del trasdosado autoportante, que responde bien ante este problema).

 

2.5. Aislamiento de medianera con poliuretano proyectado

Este tipo de aislamiento se utiliza en edificios antiguos en los que la fachada ha quedado expuesta tras el derribo del edificio adyacente.

Puesto que esa fachada no estaba inicialmente a la intemperie su aislamiento es muy pobre, por lo que se debe aplicar una solución temporal hasta que se construya el nuevo edificio.

El poliuretano proyectado tiene buenas propiedades: se adhiere muy bien a la superficie sobre la que se aplica, resiste las diferentes climatologías y ofrece un gran aislamiento térmico. Además, al tratarse de una espuma se aplica con bastante rapidez.

El uso de este tipo de aislamiento corresponderá a la comunidad de vecinos del edificio, pero está bien conocer que existe.

 

Con esto tendríamos el repaso de las diferentes técnicas para aislar térmicamente las fachadas. Son varias las opciones por las que puedes optar, sabiendo que cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.

Lo que debes valorar es qué aspectos son para ti más importantes y elegir un aislamiento que destaque en esos puntos.

Recuerda que tendrás que realizar una inversión importante, pero la verás compensada con el paso de los años al reducir tu consumo en calefacción y que siempre tienes que buscar profesionales que te hagan este tipo de instalaciones de forma correcta, como hacemos desde Construtech.