¿Qué tipos de energía renovable son viables realmente para el hogar?
Las energías renovables son fuentes energéticas limpias, inagotables y altamente competitivas en el mercado con un crecimiento imparable en los últimos años.
Los diferentes tipos de energía renovable utilizan fuentes inagotables y en constante renovación como el viento, la luz solar, el agua, el calor geotérmico, las mareas o las diversas formas de biomasa para generar energía limpia.
Estas fuentes tienen un impacto medio ambiental mucho menor que las energías convencionales procedentes de los combustibles fósiles y, por ser energías más duraderas, nos ofrecen una seguridad que reduce la dependencia energética de los países y regiones y que fomentan la autosuficiencia.
Pero ¿ocurre lo mismo a nivel doméstico? ¿Son los beneficios de las energías renovables aplicables por igual a pequeña y a gran escala? ¿Podemos beneficiarnos de ellas en nuestro día a día? Y, de ser así, ¿qué tipos de energía renovable son viables en nuestras casas hoy en día?
Tipos de energía renovable de uso doméstico
A continuación, te explicamos cuáles son los principales tipos de energía renovable aptos para “pequeños consumos” y cómo podemos beneficiarnos de ellos en el hogar o en pequeñas empresas.
Energía solar (energía solar térmica y energía solar fotovoltaica)
Tal y como su propio nombre indica, la energía solar es aquella que se obtiene de la radiación solar que llega a la Tierra en forma de calor, de luz o de rayos ultravioleta.
Para transformar esta energía solar en energía eléctrica, la radiación es recolectada por distintos medios (colectores y células fotovoltaicas) y aprovechada, bien mediante la conversión térmica (es decir, transformando la energía solar en térmica), bien mediante conversión fotovoltaica (se utilizan paneles que recolectan la energía luminosa y la convierten en electricidad).
La primera se conoce como energía solar térmica y la segunda como energía solar fotovoltaica.
A nivel genérico, también podemos distinguir dos tipos de energía solar en función de cómo sea “capturada”, convertida y utilizada. La energía solar “activa” es aquella que utiliza paneles fotovoltaicos y colectores solares térmicos para recoger la energía del sol.
En cambio, la energía solar “pasiva” se aplicaría en aquellas casas y edificios proyectados según principios bioclimáticos para aprovechar al máximo la energía que proveniente del sol.
La energía solar fotovoltaica es uno de los tipos de energía renovable más accesible, barata y amortizable, y actualmente puede utilizarse para producir electricidad en el hogar.
Por su parte, la energía solar térmica, se utiliza para la producción y suministro de agua caliente sanitaria, así como para calentar piscinas.
Energía minieólica
Cuando pensamos en energía eólica nos vienen a la mente los grandes molinos aerogeneradores que, evidentemente, no podemos instalar en nuestra casa.
Sin embargo, es posible instalar una adaptación de los mismos a pequeña escala. Es lo que se conoce como energía “minieólica”, que consiste en el aprovechamiento de los recursos eólicos mediante la utilización de aerogeneradores con una potencia de entre 15 y 100 kW y un área de barrido inferior a los 200 m2.
Los aerogeneradores de energía minieólica pueden ser de dos tipos: de eje horizontal, que necesitan estar orientados en la dirección del viento y que son utilizados en explotaciones agrícolas, ganaderas y polígonos industriales; y los aerogeneradores de eje vertical que no necesitan sistema de control y pueden instalarse en sistemas integrados para viviendas o comunidades de vecinos.
La principal ventaja de la energía minieólica en el hogar es que permite el suministro independiente en lugares aislados y alejados de la red eléctrica, disminuyendo considerablemente los gastos de distribución. Otro de sus beneficios es que puede combinarse con energía fotovoltaica en instalaciones híbridas.
Biomasa
La biomasa utiliza como fuente de energía materia orgánica procedente de deshechos de agricultura (cáscara de frutos secos, huesos de aceituna o de melocotón, restos de poda de vides, etc.) y también madera, pellets e incluso serrín.
Actualmente, se trata de uno de los tipos de energía renovable para el hogar más barato si lo comparamos con el gasoil, el gas natural y otros combustibles fósiles. Además, es más sostenible, ya que produce menos emisiones contaminantes por su forma de combustión.
En el hogar, la energía de la biomasa puede utilizarse para abastecer a calderas que permiten obtener calor por suelo radiante y para calentar agua.
A nivel industrial, la biomasa también puede utilizarse para obtener electricidad (microgeneración), aunque se trata de un proceso más laborioso que hasta la fecha no tiene aplicaciones domésticas.
Aerotermia y geotermia
Aunque tanto la aerotermia como la geotermia requieren de un porcentaje de energía eléctrica para funcionar, debido a su rendimiento (es capaz de multiplicar hasta por cuatro la cantidad de energía consumida) y a sus posibilidades de uso, pueden clasificarse dentro de los tipos de energía renovable aptos para el hogar.
La aerotermia y la geotermia utilizan bombas de calor que captan calor del aire, en el primer caso, y del subsuelo, en el segundo, para producir energía que caliente o enfríe agua.
Aunque ambos sistemas pueden ubicarse en cualquier lugar, su optimización depende de las condiciones atmosféricas y del entorno. Así, el rendimiento de la geotermia estará condicionado por el tipo de suelo, y el de la aerotermia por la temperatura del aire.
La recomendación general es utilizar la geotermia en zonas de inviernos fríos y veranos muy cálidos, y la aerotermia en zonas de inviernos suaves y veranos templados.
En los últimos años, la aerotermia se ha revelado como la opción de climatización más eficiente, y cada vez más personas apuestan por su instalación en el hogar, tanto para calefacción como para climatización y producción de A.C.S.